Para definir el océano sobran las palabras y abundan las pasiones, un lugar mágico como este es para sentarse a contemplar hasta el cansancio, las especies que habitan allí varían sin cesar, el color de sus aguas refleja la paz que habita en el.
sus aguas son movidas por vientos dominantes que acaban en las playas del mundo,donde nosotros podemos admirar su majestuosidad.
El sol y la luna se reflejan en su solemne espejo, que durante siglos se han acompañado. Navegaron héroes, piratas, turistas mientras sus olas acariciaban las embarcaciones.
¿QUÉ ES EL OCÉANO?
Cuando hablamos del océano, estamos hablando del agua marina,
que cubre la mayoría del espacio terrestre, y asi mismo le llamamos océanos a
sus subdivisiones. Estas subdivisiones corresponden al océano Atlántico, al
Pacífico, al Índico, al Ártico y al Antártico.
Es así, como el océano cubre el 71% de la superficie terrestre.
O sea, casi tres cuartos, del globo. La profundidad mayor del océano, alcanza
los 11 kilómetros, en la fosa de las Marianas. La profundidad media, es de 4
kilómetros.
Es así, como el océano, es el más grande de los hábitat, que
existen en la tierra. De hecho, al referirnos al mismo, estamos hablando de más
de 1.400 millones de metros cúbicos de agua salada. Por ende, se podrán imaginar
la cantidad de especies que pueden llegar a habitar el océano, con tamañas
proporciones. Incluso, es sabido que hasta el día de hoy, existen ciertas
especies marinas que habitan en las profundidades más extremas, las cuales aún
no han sido registradas por la ciencia o vistas por el ojo humano.
El más grande de los océanos subdivididos, es el Océano
Pacífico. El cual cubre la tercera parte de la superficie terrestre. Este se
prolonga desde el Mar de Bering, en el Ártico, en la zona norte del mundo, hasta
el sur, por medio del Mar de Ross en la Antártica. Por ende, son más de 15 mil
kilómetros de extensión, desde el norte hasta el sur.
El Océano Glaciar Ártico, es el que rodeo el Polo Norte. La
superficie de éste océano, es de 14 mil kilómetros cuadrados. El Océano Glaciar
Ártico, recorre los continentes de Europa, América de Norte y Asia.
Asimismo, tenemos al Océano Antártico, el cual topa con el
Atlántico, el Pacífico y el Índico. La extensión del Océano Antártico, fue
definida recién en el año 2000. Límites que están fijados en el Tratado
Antártico, sobre los países, que poseen soberanía, en ciertos sectores de la
Antártica. Países que sólo deben ocupar aquellos terrenos, con fines
científicos.
De igual manera, tenemos al Océano Atlántico. Se extiende desde
el norte del Ártico, hasta el sur en la Antártica. Está el Océano Atlántico Sur
y el Norte. División ficticia, por medio de la línea del Ecuador. Este es el
segundo océano más grande en la tierra.
Por otra parte tenemos al Océano Índico. Océano que colinda con
Asia, la Península Arábica, África, la Península Malaya, las Islas Sonda y
Australia.
En diversas ocasiones, se entiende como océano, lo mismo que
por mar. Pero este es un error, de comprensión o conocimiento. Ya que el mar, es
una franja de agua salada, muchísimo más pequeña que el océano. Nos referimos a
mar, cuando hablamos de la franja de agua salada, que colinda directamente con
los continentes, por medio de su sector o borde costero.
La importancia del océano, es fundamental para la vida
terrestre. Sin el, no hubiera sido posible, el desarrollo de la vida humana. Y
no tan sola de la nuestra, sino de todas las especies que habitan la tierra. Es
así, como el enorme volumen de agua, que compone al océano, incide directamente
en el clima terrestre, ya que transporta calor, energía e intercambia gases con
la atmósfera. Aparte de aquello, como ya lo habíamos mencionado anteriormente,
el océano, es el frágil y complejo hábitat de una amplia fauna y flora marina. Y
se habla de frágil, ya que la más mínima contaminación de sus aguas, incide en
el quiebre de la cadena alimenticia, de diversas especies marinas. Es así, como
lo entienden los científicos y biólogos marinos, por lo que con el paso de los
años, los gobiernos tratan de realizar mayores esfuerzos, por mantener limpias
las aguas que componen al océano.
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